miércoles, 23 de mayo de 2012

Camino de Cieza a la Fuente de Benito

     ¡Hola a todos! Hoy Miércoles decidí darle un poco de ritmo al cuerpo y decidí visitar la vecina localidad de Abarán y de paso, disfrutar de un lugar muy importante para mí en mi infancia y del que hacía mucho tiempo que no sabía nada de nada. La fuente de Benito.

      Siempre es bonito ver un puente entrando el verano, suele estar adornado de bonitas flores y tener buenas vistas. Esta es una pequeña muestra de lo que digo.

      Una vez que he entrado en Abarán me dispongo a llegar hasta la zona que conocen como "aguayá". Para ello tengo que atravesar este puente, al fondo la Sierra del Oro, a sus pies la fuente de Benito.

      Una vista del pequeño islote en el río Segura al paso de Abarán.
      Esta iglesia fue construida cuando yo era un crío. Aún recuerdo cuando venía del campo que teníamos en la fuente de Benito y advertía desde el coche cada fin de semana como iba avanzando su construcción.
      Las casas de Abarán tienen un toque muy especial de color en "aguayá" :-)

      Saliendo del casco urbano ya encuentro los indicadores hacia la fuente, en uno de mis futuros viajes he pensado llegar hasta el santuario, donde hay expuesto un monje embalsamado, pero por ahora entre los 3 km de subida pura y el calor que teníamos, no creí conveniente que el entrar a una sala con un difunto a oscuras y en soledad fuera lo más adecuado para mi corazón. Pero prometo que haré ese viaje.
     Ya estamos llegando a la fuente de Benito ... la huerta campa a sus anchas. Creo que esto es una plantación de patatas.
      Antes de bajar la cuesta de la fuente de Benito encontramos una explotación caprina del "torda". Ganadero vecino en su tiempo y amigo ahora también. Tengo muy buenos recuerdos de toda la familia en especial de sus dos hijos, con los que pasaba largas tardes de verano jugando en la fuente
.
      Una fuente de agua, donde calmábamos nuestra sed después de jugar al fútbol, al pillao u otro juego infantil.
      La vista de la fuente de Benito antes de bajar la cuesta del "torda".
     Una vez bajada la cuesta estamos en la rambla. Con el paso del tiempo se ha secado y ya no baja ni una gota de agua, pero en mi mente tengo recuerdos de la rambla encharcada en primavera, creo que este es el resultado de unos embalses que hicieron más arriba para aprobechar el agua. Este es un ejemplo de la escasez de agua que tenemos en Murcia, donde como es lógico prima más la necesidad de los regadíos que los paisajes.
      La rambla y su paisaje se consume con el paso del tiempo.
       Un corral de cabras. Esta rambla es utilizada como zona de pastoreo, cuando era un crío. Ahora no se si sera capaz de producir hierba de calidad debido a la escasez de agua.
      Un poco más arriba de la fuente encuentro mi antiguo campo. En mi infancia he bajado infinidad de veces esas escaleras para bañarme en las "pozas" de la rambla.
     Una vista de mi un ribazo de mi antiguo campo.
      Una foto del campo del vecino.
      Otro vecino ... todo ha cambiado mucho.
      Donde si me sorprendo es con las siguientes fotografías, accedo mediante otro camino a mi antiguo campo... todo ha cambiado mucho, ya no hay árboles frutales. Ahora el dueño lo usa como una cuadra para caballos. Tuve la suerte de encontrármelo de camino a su casa y me comentó que es imposible trabajar la tierra en las condiciones actuales. El agua y los sulfatos son muy caros y no sale rentable la plantación de ciruelas "santa rosa" que teníamos.
      A continuación una serie de fotografías que la verdad me despiertan mucha nostalgia por lo que viví en estos lugares cuando era un chaval.
      sniff....
      Este arqueta estaba todo el año lleno de agua. En él capturaba con red ranas y culebras, incluso tenía "algas de agua dulce".
      Sigo fotografiando hasta que ...
      Un perro muy cabrón monta un escándalo impresionante, incluso practicó salto de pértiga para engancharme bien saltando la valla. La verdad es que me acojoné porque si hubiera sido un poco más avispao se hubiera subido al cubo que se ve en la imagen y seguro que lo hubiera conseguido.... Antes de darle más tiempo salí por patas.
       Subo un camino en la colina y visito otras fincas, éstas siguen prácticamente intactas al paso del tiempo.
     Por estos caminos sinuosos entre fincas he vivido grandes aventuras.
     En este camino en concreto venía con mis padres todos los domingos por la tarde a buscar caracoles para echar al arroz entre semana. Los caracoles adoran canales y arquetas en busca del agua, además de los muros de piedra, donde se esconden para protegerse del calor.
     Esta es la vista a salir de mi antiguo campo. Sigue intacta... no ha cambiado nada la verdad. Incluso la caseta al fondo que probablemente fuera utilizada como un cagadero por un vecino al que no conocí jamás.
     Aquí antes se levantaba un caserío antiguo que se derrumbó con el paso del tiempo, en este caserío había un pozo de grandes dimensiones del que quedan los restos. Vemos como se indica del peligro a los viandantes con las últimas tecnologías.
     Ya de vuelta ...
      Otra vista ..

     De crío siempre tuve la creencia arcaica que algún día conseguiría subir en bicicleta la cuesta del "torda", recuerdo cuando con doce años conseguí terminarla hasta arriba con mi pequeña bicicleta. Ahora la subo corriendo ... me siento todo un machote.
     De vuelta a Abarán ...
      Me encuentro con la virgen patrona de "aguayá".
 
     Y comienzo mi camino de regreso a Cieza donde sigo unas escaleras misteriosas que nunca me atreví a explorar.

     Y entonces descubro que se trata de un camino alternativo hacia Cieza que bordea una finca, tal vez porque el dueño intentó en su día cerrar el camino hacia Abarán, fracasó lógicamente. Los corredores jamás nos detenemos vaquero.
     Este es mi lugar de descanso mientras vuelvo a Cieza donde me encuentro con mis pensamientos.
     Da gusto tumbarse y mirar al cielo...
     Echo una última vista a mi salón particular.
     Y salgo por la puerta con fuerzas retomadas.
     Casi llegando a mi punto de origen, el puente de la policía, tomo unas cuantas fotos dignas de un fondo de windows.
     Esta es preciosa.
     Por último llego al puente de la policía y tomo unas fotillos del río.
     Y esto es todo amigos, ha sido un viaje muy bonito. Lleno de recuerdos, pero la falta de tiempo me impiden ponerlos todos.... encontrarse después de un largo camino con algo que le hace feliz a uno es muy gratificante. En este caso... mi infancia. ¡Espero que seais capaces de encontrar también la vuestra! ¡Hasta la próxima!